martes, 18 de diciembre de 2012

En París


De las fotos que mi padre me ha prestado por mediación de mi hermano, y que voy escaneando poco a poco, ésta es una de mis favoritas. Mi madre, en París, junto a una amiga.

lunes, 17 de diciembre de 2012

El último fin de semana de tu vida


Hoy hace exactamente 2 años que mi hermana pronunció esa frase fatal por teléfono: Dicen que no va a pasar del fin de semana. En efecto: no se equivocaron.

La foto de arriba está tomada en el Pub Pasarela que tuvieron mis padres. En la imagen, mi madre con uno de sus miles de sombreros.

martes, 11 de diciembre de 2012

Madre





MADRE

Te llevo como una herida
en la frente, que no se cierra.
No siempre duele. Y no se escapa
por ella muerto el corazón.
Sólo a veces de pronto enceguezco y siento
sangre en la boca.   


Gottfried Benn, Morgue

domingo, 18 de noviembre de 2012

Crónicas de un viaje a Alemania

En algunos post colgué fotografías de un viaje que mi madre hizo a Alemania, en compañía de varios familiares. Ayer, uno de mis primos me envió las caricaturas hechas unos días después de aquello. Me encanta cómo dibujó a mi madre: siempre con el pitillo en la boca; también a ella le encantaban estos dibujos. Aquí están (al pie de cada uno pongo los títulos):


El gran codillo


Guía turística 


Horario europeo


Subiendo a la catedral de Colonia


Tártaras y más tartas

jueves, 1 de noviembre de 2012

Agustín García Calvo (1926 - 2012)


Día extraño para este blog... Esta mañana pensaba poner una fotografía del cementerio de San Atilano, de Zamora, en la que se ve de lejos la tumba de mi madre y de sus padres. Quería acompañarla de algún poema de los que Jacob Iglesias dedica a la muerte de su padre, pero luego cambié de idea: me propuse escanear alguna de las fotos en las que mi madre se está riendo. Sin embargo, el escáner me está dando problemas y no he podido hacerlo. Y justo ahora me entero de la muerte de Agustín, a quien mi madre me presentó y al que pintó una vez, hace muchos años (sobre estas líneas, aquel retrato). Para mí ha fallecido algo más que un poeta, un escritor, un dramaturgo o un filósofo: ha fallecido un Rebelde. Como suele decirse: que la tierra le sea leve.

martes, 23 de octubre de 2012

Misterio



La fotografía de arriba fue tomada en Salamanca, durante el rodaje de 1492, la película de Ridley Scott sobre Cristobal Colón, a quien interpretó Gerard Depardieu.
Es una de las fotos que me han prestado para escanearlas y ampliar mis archivos y seguir enriqueciendo este blog. El fin de semana pasado ocurrieron dos cosas insólitas: 1) mi hijo y mi padre se conocieron (aunque yo no estuve presente), un paso que llevaba año y pico meditando y que me alegro de haber dado; y 2) una bolsa cargada de fotografías guardadas por mi padre llegó a mis manos. Y creo que hay un antes y un después de ese día, 20 de octubre. El primer aspecto es evidente. Pero quiero hablar del segundo: porque ver estas fotos ha supuesto para mí un punto de inflexión en la memoria. Me explico: casi todas las fotos que tengo en el disco duro, muchas de las cuales he ido subiendo aquí, muestran la parte más seria de mi madre, en especial los últimos años, años de apuros económicos, años de incertidumbre total y de ir de aquí para allá, cambiando a menudo de piso, afrontando momentos muy duros, hasta llegar a la enfermedad y sus declives. En cambio, todo este archivo que guardaba mi padre me muestra la mejor faceta de mi madre: años más jóvenes, cuando sonreía más a menudo, “postales” en las que sale a menudo haciendo payasadas o tonterías (ahora me doy cuenta de quién lo heredé)… en suma, haciendo un poco el gamberro. No es que yo hubiera olvidado todo aquello, los años de bonanza, por así decirlo, pero la memoria es selectiva y se estaba centrando con insistencia en la última década. Y no es conveniente. Este archivo de imágenes, de las que haré una selección para irlas poniendo por aquí, abre el retrato sobre mi madre. Lo amplía. Me cercioro, con esa vida feliz (o feliz a ratos) atrapada en las fotos, de que mi madre fue un misterio. Por eso he elegido la estampa de arriba, donde sólo muestra los ojos durante el rodaje de una película, en Salamanca. Espero que veáis a menudo, por aquí, su sonrisa.

sábado, 13 de octubre de 2012

Riada de 1959



En Facebook hay un grupo llamado Barrio de Olivares Zamora. Han colgado en su muro esta fotografía que nunca había visto y que a mi madre le hubiera encantado, pues retrata un atisbo de la riada del 59, cuando ella tendría unos cinco años. La cuelgo aquí porque se ve la fachada de la Carpintería de mi abuelo, su padre. Y, al fondo, dos de las ventanas de la casa de mis abuelos, en la casa de ladrillo. La cojo con permiso del grupo de Fb.

lunes, 8 de octubre de 2012

Un poco de kung-fu



Como ya dije en Facebook, para que esto no parezca siempre un blog demasiado serio, os traigo una pequeña joya: los finales toscos y bruscos de un montón de películas de artes marciales de antaño. Las he visto casi todas. A mi madre también le encantaba verlas; nos hicieron reír tanto como las comedias de los Hermanos Marx. Primero nos las tragamos en el cine; más adelante, en vídeo; después, cuando pasaban alguna por televisión. Siempre la llamábamos a ella para que viera tal o cual pelea. Bendigo a quien haya preparado este montaje, que nos permite echar unas carcajadas y nos demuestra algo que yo siempre había sospechado: que los chinos montaban las películas de kung-fú con hacha.

sábado, 6 de octubre de 2012

Yo no fui. No quise ir


Anoche Leonard Cohen ofreció al público casi cuatro horas de concierto. Yo no fui. No quise ir. Hace unas semanas, cuando vimos el cartel que anunciaba su visita a Madrid, mi mujer me preguntó si quería comprar una entrada e ir a verlo, aunque fuese solo. Le respondí que no. Y la soledad no era la excusa. El caso es que, cuando acudimos hace años al concierto de Leonard Cohen en Madrid, nos juntamos ella, mi hermana, mi madre y yo. Fue lo último que hice junto a mi madre antes de que le diagnosticaran el cáncer, un par de semanas después. Por eso conservo ese directo como un tesoro en la memoria. Por eso no creo que vuelva a asistir a un concierto de Leonard Cohen. De ahí mi renuncia. Ese recuerdo es difícil de superar; y es un recuerdo feliz. Abajo, una imagen del evento de este viernes; extraída del diario El Mundo:




domingo, 23 de septiembre de 2012

La llamada perdida




la llamada perdida



estoy sentado en un banco
de la estación de ferrocarril
de mi ciudad de origen

llueve mansamente

hace tan sólo tres días
que te dimos sepultura

herido y solitario, pienso en ti

llevo hielo en los huesos
y noto el corazón mustio y con grietas
éste será el primer viaje en el que,
al llegar a mi destino,
ya no podré enviarte ese aviso
que tú exigías y que te consolaba
al final de mis trayectos

no habrá mensajes
ni llamadas perdidas
ni tu voz tierna al otro lado
solamente un vacío
noches interminables
y nubes de plomo
desamparo y espanto

y tu silencio,
que me deja huérfano. 


José Angel Barrueco, Inédito